sábado, 1 de mayo de 2010

introduccion

Las investigaciones indican que el 70% de los adolescentes que están involucrados en un
grupo juvenil Cristiano dejarán de asistir a la iglesia en los siguientes dos años luego de su
graduación de la secundaria. Piense en esa declaración. Se dirige únicamente a los
adolescentes que asisten a la iglesia y que participan en el grupo juvenil. ¿Qué sugiere eso
con respecto a aquellos adolescentes que puede que asistan a la iglesia pero que no
participan en el grupo juvenil, o quienes no van a la iglesia del todo?

Todos estamos familiarizados con Deuteronomio 6:7-9: “Se las repetirás a tus hijos, y les
hablarás de ellas estando en tu casa y andando por el camino, al acostarte y cuando te
levantes. Las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; las
escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas.”
Sin embargo, parecemos haber olvidado o ignorado los mandamientos de Dios respecto a la
educación:
Lucas 6:40 (RVR95)
“El discípulo no es superior a su maestro; pero todo el que sea perfeccionado, será como su
maestro.” ¿Queremos que nuestros hijos adopten las creencias anti-Cristianas, socialistas,
pro-homosexuales, sin bien y mal absolutos,?
Colosenses 2:8
“Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas basadas en las
tradiciones de los hombres, conforme a los elementos del mundo, y no según Cristo.” Esto
es exactamente lo que les está sucediendo a nuestros hijos. Están siendo estropeados por
filosofías y sutilezas “según la tradición de los hombres.”
II Corintios 6:14
No os unáis en yugo desigual con los incrédulos, porque ¿qué compañerismo tiene la
justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión, la luz con las tinieblas?”

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